Convergence:
Ayako | Kent Williams
Y no sé cuándo la bala besará el suelo
y descansaré para siempre con el polvo de la tierra.
Carlos Ann
Bala Perdida
nadie jamás le dio el calor que le brindó aquella
bala en la sien
poco a poco se fue adentrando en su mente, en sus pensamientos
se fundieron, por un instante, en un solo ser
—la puta cabeza estaba siendo destrozada —
luego, al salir, dejó una herida enorme;
daños irreparables que finalmente acabaron con su vida
¿qué dices? ¿una metáfora sobre qué?
no, te digo que era sólo una bala.
¡Cuaz! Pero qué fuerte situación, oyes.
ResponderEliminarTe amo, Pablo.